EL ESTADO SOCIAL

La tradición socialista.
Si el interés de la tradición liberal se centraba en la libertad individual, en la defensa ante los atropellos del poder político, la tradición socialista se propone establecer la igualdad material, defender condiciones sociales y económicas iguales para todas las personas. El siguiente cuadro recoge las implicaciones de esta diferencia básica entre ambas tradiciones.
Esta preocupación por las condiciones sociales que hacen posible la libertad conduce al socialismo a controlar el mercado porque, aunque éste parece responder a la libertad individual, de hecho, al no existir igualdad de condiciones, oprime a unas personas frente a otras. El mercado no reconoce aspectos como la dignidad, el respeto o el reconocimiento recíproco, sólo entiende de mercancías.


TRADICIÓN  LIBERAL.
TRADICIÓN  SOCIALISTA.
Explicación de la acción social desde el interés particular: competencia.
Explicación de la acción social desde la solidaridad: cooperación.
Garantía de la libertad individual y expansión de la libertad económica.
Garantía de la igualdad social y económica como condición del efectivo ejercicio de la libertad.
Defensa de la propiedad privada: refuerza la competencia.
Apoyo a diferentes formas de propiedad colectiva: refuerza la cooperación.
Separación del Estado y la sociedad civil.
Planificación estatal de la sociedad civil.
Importancia del mercado como mecanismo de coordinación.
Importancia de la planificación pública de la economía.
Control estatal del mercado.

De ahí que el objetivo básico sea interferir en el mecanismo del mercado, si no eliminarlo. Para ello, los derechos de propiedad y el control de los medios de producción y distribución de los bienes económicos deben estar en manos de la sociedad considerada como totalidad -de ahí el nombre de «socialismo»- y ser administrados en interés de todos para asegurar la igualdad social. El Estado deja de ser un simple garante de la libertad para convertirse en el representante del bien común, de los intereses de la sociedad.


El Estado social de derecho.
El Estado social de derecho incluye en el sistema de derechos fundamentales las libertades individuales, y también la preocupación por la igualdad social. Para ello, desde finales del siglo XIX hasta nuestros días, el Estado ha ido asumiendo un papel cada vez más activo en la sociedad civil, principalmente por dos razones:
• Como respuesta a las exigencias de la justicia social, para hacer real la igualdad de oportunidades. Ello lleva a la expansión progresiva de los servicios sociales: educación, asistencia médica, protección de la vejez, del desempleo, de los grupos más débiles; redistribución de la riqueza mediante una política fiscal; seguridad social y pensiones de jubilación.
• Como respuesta a los problemas propios del sistema económico. La economía requiere una coordinación estatal para asegurar la eficacia y evitar las tendencias a la crisis. El aumento de la producción y la expansión de la demanda interna exigen, entre otras medidas, una política de pleno empleo, la función directiva del consumo mediante la política fiscal, la creación de empresas públicas y el aumento del gasto público.
En resumen, el Estado social, que ha tomado históricamente la forma de Estado del bienestar, intenta garantizar la satisfacción de ciertas necesidades básicas, para lo cual ha de ser eficaz económicamente.
Esta nueva concepción del Estado trata de asumir, como tarea propia, la protección de los derechos humanos de segunda generación, es decir, los derechos sociales, económicos y culturales. Con lo cual, el «imperio de la ley», que define al Estado liberal, incluye ahora una preocupación central por las cuestiones distributivas y la justicia social. De ahí que a partir de la Segunda Guerra Mundial los Estados actuales puedan caracterizarse por una economía mixta (privada y pública), una política liberal y un sector de bienestar social. Fuente: Material de trabajo proporcionado.


El Estado Social, designado también como Estado Social de Derecho, es un concepto que ha tenido su origen en la cultura política alemana y lo podemos ubicar a los inicios del estado alemán, en tanto y tras haber atravesado una serie de transformaciones, hoy, podemos decir que forma las bases político ideológicas del sistema de Economía Social de Mercado.

El Estado Social como misión fundamental propone fortalecer los servicios y garantizar aquellos derechos considerados esenciales para los individuos para de esta manera mantener el nivel de vida requerido para ser un miembro pleno de la sociedad; entre ellos se cuentan: asistencia sanitaria, educación pública, acceso a la vivienda, trabajo, indemnización, seguro de desempleo, acceso real a los recursos culturales, asistencia por ancianidad e invalidez, protección del medio ambiente, garantizar los derechos sociales en la legislación vigente.



Un Estado Social que practica cada una de sus funciones proveerá a las clases sociales menos favorecidas la integración, compensará desigualdades, redistribuirá la renta. Y para conseguir este estado de cosas es que empleará instrumentos tales como la educación.

El concepto que nos ocupa tiene un ideólogo, el influyente economista y sociólogo alemán Lorenz Von Stein, quien ejerció una importante influencia a mediados del siglo XIX en Alemania.

Stein sostenía que el Estado Social era una manera concreta de evitar la revolución. Como según el la sociedad había dejado de constituir una unidad como consecuencia de la existencia de las clases sociales que hace que cada cual indefectiblemente vaya tras sus propios intereses sin importarle el resto y desembocando en estados dictatoriales, entonces, en estas circunstancias puede haber una revolución. Sin embargo el Estado Social que propone es capaz de iniciar una reforma al respecto y mejorar de hecho la calidad de vida de las clases bajas, evitando el natural proceso de las clases sociales de querer ascender socialmente. Fuente: http://www.definicionabc.com/politica/estado-social.php